Esta ruta de migración es la más ardua y la de menor flujo de personas hacia Perú. Es transitada por la población más vulnerable de la región sureste de Venezuela, muchos de ellos indígenas. La mayor parte de los venezolanos que ingresan a Brasil permanecen en campamentos de refugiados hasta contar con los recursos necesarios para cruzar la Amazonía y llegar a Perú.
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"Deseo con toda mi alma que el pueblo de Venezuela cobre su libertad."
- Angela
A pesar del cierre de la frontera venezolana en febrero del 2019, cientros de refugiados siguen cruzando hacia Pacaraima, Brazil. La mayoría llega a pie y con menos de un dólar en el bolsillo.
El ejército brasilero acoge a los migrantes más vulnerables dentro de los refugios temporales instalados a pocos metros de la frontera. Aquí reciben asistencia médica, orientación y alimento.
Existen varios refugios exclusivos para indígenas de las etnias Warao y Eñepa. Ellos son los más vulnerables y olvidados de este éxodo.
Desde el 2017, Boa Vista es el epicentro de la crisis migratoria venezolana en Brasil. Las familias venezolanas que llegan caminando desde la frontera permanecen en los refugios improvisados, esperando ser reubicados al interior del país, en un proceso lento e incierto.
Cada día, organizaciones de la sociedad civil distribuyen 5,000 almuerzos para las familias venezolanas. Para la mayoría es su única comida del día.
Después del almorzar, muchos van al río a pasar el resto del día. Algunos lavan ropa mientras otros se tiran de los barcos abandonados cerca al puente.
Cae la noche detrás de la estación de bus, las familias se acomodan en las carpas provistas por el ejército. Los que consiguieron dinero parten en bus hacia Manaus en un viaje de 12 horas a través del corazón de la Amazonía.
El puerto de Manaus, en el centro de la Amazonía, es un punto neurálgico dentro de las rutas de migración venezolana. Desde aquí se toma un barco por 3 días hacia la siguiente parada, Porto Velho.
Emil Figuera se fracturó la cervical en un accidente de bus camino a Manaus. Su destino final era Buenos Aires y ahora, sin poder continuar con el viaje, busca apoyo en un albergue de Cáritas.
Las embarcaciones hacia Porto Velho salen todos los días a las 6pm. El pasaje cuesta alrededor de US$80 e incluye todas las comidas. Cada quien trae su hamaca para descansar.
Porto Velho queda en medio camino de la ruta hacia Perú. Desde aquí también se puede ir hacia Sao Paulo en el sur de Brasil y a Buenos Aires, Argentina, ambos destinos atractivos para los migrantes y refugiados venezolanos.
"Es una locura pensar que la gente recorrer la Amazonía a pie."
- Thiago
FF
Son casi 800km desde Porto Velho hasta la frontera Brasil-Perú. The ruta sigue la carretera interestatal BR-364 hasta Río Branco, Acre, y luego se toma la Carretera Interoceánica hasta Iñapari, Peru.
Las fronteras son tan tristes y mezquinas. Haber repartido el mundo en países, si uno lo piensa en una tontería.
- Padre Paco
El poblado de Iñapari es la puerta de entrada al territorio peruano y el paso fronterizo menos controlado. La mayoría de venezolanos que entran a Perú por aquí continúan su viaje hacia otros puntos de Perú, como Puerto Maldonado y Cusco.
Oficialmente el pico más alto de entradas al Perú por este puesto fronterizo fue en agosto del 2018, cuando ingresaban hasta 510 venezolanos cada día.
Fuimos testigos de cómo las mafias actuaban para cobrar coimas a los refugiados venezolanos que intentaban ingresar al Perú.
Se estima que más de 5mil venezolanos viven en Puerto Maldonado. Trabajan en restaurantes, como mototaxistas, y en las minas ilegales de oro que abundan en esta región.
Miles de venezolanos viven en la capital turística del Perú. Trabajan como guías, meseros y agentes de seguridad en discotecas, entre otros.
"Es mejor reír, que llorar." -Julia
Desde que se declaró la pandemia en marzo del 2020, miles de familias venezolanas han emprendido el retorno a su país. La gran mayoría se ha quedado sin trabajo, otros están siendo desalojados, y al no estar incluidos en las medidas de apoyo del gobierno peruano, su situación en el Perú es más que crítica. Es nuestra intención que las historias narradas en Ruta de Fuga sirvan como ejemplos de solidaridad, fortaleza y resiliencia.